12 VI. LOS DONES ESPIRITUALES (12.1–14.40)a
1 Hermanos, no quiero que estéis en ignorancia respecto de los dones espirituales.
2 Sabéis que cuando todavía no erais creyentes os dejabais arrastrar ciegamente tras los ídolos mudos.b
3 Por eso quiero ahora que sepáis que nadie puede decir: “¡Maldito sea Jesús!”,c si está hablando por el poder del Espíritu de Dios. Como tampoco puede decir nadie: “¡Jesús es Señor!”, si no está hablando por el poder del Espíritu Santo.d
Unidad y diversidad de los dones
4 Los dones que recibimos son diversos,e pero el que los concede es un mismo Espíritu.
5 Hay diversas maneras de servir, pero todas lo son por encargo de un mismo Señor.f
6 Y hay diversos poderes para actuar, pero es un mismo Dios el que lo realiza todo en todos.
7 Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.g
8 Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría, y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundidad de conocimiento.
9 Unos reciben feh por medio del mismo Espíritu y otros reciben el don de sanar enfermos.
10 Unos reciben poder para hacer milagros y otros tienen el don de profecía.i A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros les da la capacidad de hablar en lenguas;j y todavía a otros les da la de interpretar lo que en esas lenguas se haya dicho.k
11 Pero todas estas cosas las hace el mismo y único Espíritu, dando a cada cual lo que a él mejor le parece.l
|