8-9 Vosotros amáis a Jesucristo aunque no le habéis visto.m Ahora, creyendo en él sin haberle visto, os alegráis al haber alcanzado la salvación de vuestras almas,n que es la meta de vuestra fe; y esa alegría vuestra es tan grande y gloriosa que no podéis expresarla con palabras.
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