11 Saúl derrota a los amonitasa
1 Después subió Nahas,b el amonita,c y acampó contra Jabes de Galaad.d Y todos los de Jabes dijeron a Nahas:
--Haz alianza con nosotros y te serviremos.
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1 a 11.1-15 El siguiente relato se asemeja en todo a los que narraban las hazañas de los antiguos “jueces” o caudillos, menos en este detalle esencial: la victoria de Saúl no constituye un hecho aislado, sino que culmina con una asamblea del pueblo en la que el caudillo victorioso es aclamado rey.
b 11.1 Es poco probable que este rey Nahas, cuyo nombre significa serpiente, sea el mismo que trató con bondad a David (2 S 10.2).
c 11.1 Amonita: Véase Jue 3.13 nota i. Al otro lado del Jordán, donde las fronteras con Israel no estaban del todo bien definidas, el rey de Amón pretendía extender sus dominios a expensas de las tribus israelitas que habitaban en esa región. Cf. Jue 11.4-10.
d 11.1 Jabes de Galaad: ciudad situada al este del Jordán y al norte del torrente Jaboc. Véase Índice de mapas.
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2 Nahas, el amonita, les respondió:
--Con esta condición haré alianza con vosotros, que a todos y cada uno de vosotros le saque el ojo derecho,e y ponga esta afrenta sobre todo Israel.
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2 e 11.2 La acción de arrancar los ojos era una práctica común en tiempos de guerra (cf. Jue 16.21; 2 R 25.7). La privación del ojo derecho, además de infligir una grave humillación, incapacitaba a las víctimas para combatir con la espada y el escudo. Como el escudo suele tapar el ojo izquierdo, si falta el otro ojo no se puede ver al adversario. Véase también Jue 1.6 n.
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3 Entonces los ancianosf de Jabes le dijeron:
--Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay quien nos defienda, nos rendiremos a ti.
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3 f 11.3 Ancianos: Véase 1 S 8.4 n.
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4 Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl y dijeron estas palabras a oídos del pueblo, todo el pueblo alzó su voz y lloró.
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5 En ese momento venía Saúl del campo detrás de los bueyes, y preguntó:
--¿Qué tiene el pueblo que está llorando?
Y le contaron las palabras de los hombres de Jabes.g
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5 g 11.5 El relato de Jue 21.8-14 muestra que los habitantes de Jabes mantenían estrechas relaciones con los benjaminitas.
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6 Al oir Saúl estas palabras, el espíritu de Dios vino sobre élh con poder, y se apoderó de él una violenta ira.
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6 h 11.6 El espíritu de Dios vino sobre él: Véase Jue 3.10 n.
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7 Tomó entonces un par de bueyes, los cortó en trozos y los envió por todo el territorio de Israel por medio de mensajeros, diciendo: «Así se hará con los bueyes del que no salga detrás de Saúl y detrás de Samuel».
El temor de Jehovái cayó sobre el pueblo, y salieron todos como un solo hombre.
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7 i 11.7 El temor de Jehová: En hebreo, la expresión de Dios o de Jehová (el nombre propio del Dios de Israel), se emplea a veces con valor de superlativo (véanse Gn 1.2 nota d; Cnt 8.6 nota i). En otros pasajes, el pánico que el Señor infunde es el arma con la que él confunde y derrota a los enemigos de su pueblo (Jos 10.10; 2 Cr 14.14; 17.10; cf. Jue 5.20).
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8 Los contó Saúl en Bezec,j y eran los hijos de Israel trescientos mil, y treinta mil los hombres de Judá.k
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8 j 11.8 Bezec: población situada al oeste del Jordán, frente a Jabes de Galaad.
k 11.8 La mención por separado de Israel y de Judá indica que la redacción definitiva de este relato se hizo después de la división de la monarquía (cf. 1 R 12.1-25).
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9 Luego respondieron a los mensajeros que habían venido:
--Así diréis a los de Jabes de Galaad: “Mañana, al calentar el sol, seréis librados”.
Fueron los mensajeros y lo anunciaron a los de Jabes, que se alegraron.
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10 Y los de Jabes dijeron a los enemigos:
--Mañana nos rendiremos a vosotros, para que hagáis con nosotros lo que bien os parezca.
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11 Aconteció que al día siguiente dispuso Saúl al pueblo en tres compañías, que irrumpieron en medio del campamento en la vigilia de la mañana y abatieron a los amonitas hasta el mediodía. Los que quedaron fueron dispersados, de tal manera que no quedaron dos de ellos juntos.
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12 Entonces el pueblo dijo a Samuel:
--¿Quiénes son los que decían: “Acaso va a reinar Saúl sobre nosotros”? Dadnos esos hombres y los mataremos.
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13 Pero Saúl dijo:
--No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha traído salvación a Israel.
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14 Y Samuel dijo al pueblo:
--Venid, vamos a Gilgall para instaurar allí el reino.
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14 l 11.14 Gilgal: Véase Jos 4.19 nota f.
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15 Todo el pueblo fue a Gilgal, y allí en Gilgal, delante de Jehová, invistieron a Saúl como rey. Y sacrificaron allí ofrendas de pazm delante de Jehová, y se alegraron mucho Saúl y todos los de Israel.
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15 m 11.15 Ofrendas de paz: Cf. Lv 3.
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© 1995 Sociedades Bíblicas Unidas |
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