2 II. ANUNCIO DEL EVANGELIO EN JERUSALÉN (2.1–8.3)a
La venida del Espíritu Santo
1 Cuando llegó la fiesta de Pentecostés,b todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar.
2 De pronto, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde estaban.
3 Y se les aparecieron lenguas como de fuego,c repartidas sobre cada uno de ellos.
4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo,d y comenzaron a hablar en otras lenguase según el Espíritu les daba que hablasen.
5 Por aquellos días había en Jerusalén judíos cumplidores de sus deberes religiosos, llegados de todas las partes del mundo.
6 Mucha gente se reunió al oir aquel ruido, y no sabían qué pensar, porque cada uno oía a los creyentes hablar en su propia lengua.f
7 Eran tales su sorpresa y asombro, que se decían unos a otros:
–¿Acaso no son de Galilea todos estos que están hablando?
8 ¿Cómo es que les oímos hablar en nuestras propias lenguas?
9 Aquí hay gente de Partia, de Media, de Elam, de Mesopotamia, de Judea, de Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia,
10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene. Hay también quienes vienen de Roma,
11 tanto judíos de nacimiento como convertidos al judaísmo; y también los hay venidos de Creta y de Arabia. ¡Y todos les oímos contar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios!g
12 Todos estaban asombrados, sin saber qué pensar, y se preguntaban:
–¿Qué significa todo esto?
13 Pero algunos decían burlándose:
–¡Es que están borrachos!h
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