2 Mientras aquella voz me hablaba, entró en mí el poder de Dios,c e hizo que me pusiera de pie.d Entonces oí que la voz que me hablaba
|
2 c 2.2 El poder de Dios: Ningún profeta ha utilizado tanto como Ezequiel la palabra hebrea que puede traducirse, según los contextos, por viento, aliento vital, espíritu, y también, como aquí, por poder. Hay una cierta analogía, en efecto, entre el viento que sopla con fuerza (cf. Ez 1.4), el aliento de vida que anima por dentro a los seres vivientes (cf. Ez 37.9-10) y la fuerza misteriosa de Dios que comunica la inspiración profética (cf. Ez 8.3) o transforma radicalmente el interior del hombre (cf. Ez 36.27: pondré en vosotros mi espíritu). Acerca del Espíritu en el NT, véase el Índice temático. d 2.2 Hizo que me pusiera de pie: El vocabulario de Ezequiel hace resaltar el ímpetu con que el espíritu del Señor invade al profeta y lo hace entrar en éxtasis (3.24), lo levanta (3.12; 8.3), lo traslada de un lugar a otro (11.1; 43.5; cf. 37.1), o se le manifiesta como la fuerza que penetra dentro de los cuerpos inanimados para darles vida (37.5).
|
3 seguía diciendo: “A ti, hombre, te voy a enviare a los israelitas, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han levantado contra mí hasta este mismo día.
|
3 e 2.3 Te voy a enviar: La misión es un aspecto esencial de la actividad profética (cf. Is 6.8; Jer 1.7; Am 7.15). En este caso, a Ezequiel se le confía la misión de anunciar a sus compatriotas que el Dios de Israel no los tiene olvidados (cf. Ez 2.7), a pesar de sus constantes rebeldías y aunque hayan sido desterrados fuera de su patria. Véase Ez 1.14 n.
|
4 También sus hijos son tercos y de cabeza dura.f Por eso te voy a enviar a ellos, para que les digas: ‘Esto dice el Señor.’
|
4 f 2.3-4 La insistencia en la terquedad y en la desobediencia de los que habrán de oir su mensaje (cf. Ez 2.6-8; 3.9) hace resaltar las enormes dificultades que deberá afrontar el profeta para dar cumplimiento a su misión (cf. Jer 20.10).
|
5 Y ya sea que te hagan caso o no,g pues son gente rebelde, sabrán que hay un profeta en medio de ellos.
|
5 g 2.5 Sea que te hagan caso o no: La responsabilidad del profeta consiste en anunciar la palabra de Dios, sin dejarse guiar por el éxito que obtenga entre sus oyentes (cf. Ez 2.7; 3.11).
|
© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España |
© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España |