La vida conforme al Espíritu de Dios
16 Por lo tanto, digo: Vivid según el Espíritu y no busquéis satisfacern vuestros malos deseos.ñ
17 Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros y por eso no podéis hacer lo que quisierais.o
18 Pero si os guía el Espíritu, entonces ya no estaréis sometidos a la ley.p
19 Es fácil descubrir cómo se portan quienes siguen los malos deseos:q cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas,
20 adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se irritan fácilmente, provocan rivalidades, divisiones y partidismos.
21 Son envidiosos,r borrachos, glotones y otras cosas por el estilo. Os advierto, como ya antes lo hice, que quienes así se conducen no tendrán parte en el reino de Dios.
22 En cambio, el Espíritu das frutos de amor, alegría y paz; de paciencia, amabilidad y bondad; de fidelidad,
23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene cosas como estas.
24 Y los que son de Cristo Jesús han crucificado ya la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos.t
25 Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.
26 No seamos orgullosos ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.u
Aplicaciones particulares
6
1 Hermanos, si veis que alguien ha caídoa en algún pecado, vosotros, que sois espirituales, debéis ayudarle a corregirse.b Pero hacedlo amablemente, y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que también él sea puesto a prueba.
2 Ayudaos mutuamente a soportar las cargasc y de esa manera cumpliréis la ley de Cristo.d
3 Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, a sí mismo se engaña.
4 Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse satisfecho, que lo sea respecto de sí mismo y no respecto de los demás,
5 pues cada uno tiene que llevar su propia carga.e
6 El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio debe compartir con su maestro toda clase de bienes.f
7 No os engañéis: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, eso mismo se cosecha.g
8 El que siembra la semilla de sus malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte; el que siembra la semilla del Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna.h
9 Así que no debemos cansarnos de hacer el bien,i porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos.
10 Por eso, siempre que podamos, hagamos el bien a todos y especialmente a nuestros hermanos en la fe.
|