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Hechos 13.1-14.28

Hechos :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

2. Primer viaje misionero de Pablo (13–14)
13 Bernabé y Saulo comienzan su actividad misioneraa
En la iglesia de Antioquíab había profetasc y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes,d el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras celebraban el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: “Separadme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los he llamado.”
Entonces, después de orar y ayunar,e les impusieron las manosf y los despidieron.
La predicación en Chipre
Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, se dirigieron a Seleucia,g donde embarcaron rumbo a la isla de Chipre.h Al llegar al puerto de Salamina comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Juani iba también con ellos, como ayudante.
Recorrieron la isla entera y llegaron a Pafos, donde encontraron a un brujo judío, un falso profeta llamado Barjesús.j Este brujo formaba parte del acompañamiento del gobernador Sergio Paulo, que era un hombre inteligente. El gobernador mandó llamar a Bernabé y a Saulo, porque quería oir el mensaje de Dios. Pero el brujo, cuyo nombre en griego era Elimas, se les oponía tratando de impedir que el gobernador se hiciera creyente. Entonces Saulo, también llamado Pablo,k lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente 10 y le dijo:
–¡Mentiroso, malvado, hijo del diablol y enemigo de todo lo bueno! ¿Por qué no dejas de torcer los caminos rectos del Señor?m 11 Ahora el Señor te va a castigar: vas a quedarte ciego y por un tiempo no podrás ver la luz del sol.
Al punto, Elimas quedó en total oscuridad, y buscaba que alguien le condujese de la mano, porque estaba ciego. 12 Al ver esto, el gobernador creyó, admirado de la enseñanza acerca del Señor.
La predicación en Antioquía de Pisidian
13 Pablo y sus compañeros, habiendo embarcado en Pafos, viajaron a Perge, en la región de Panfilia; pero Juan los dejó y regresó a Jerusalén. 14 De Perge pasaron a Antioquía, ciudad de Pisidia,ñ donde el sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.o 15 Después de leer en los libros de la ley y de los profetas,p los jefes de la sinagoga los invitaron:
–Hermanos, si tenéis algo que decir para dar ánimos a la gente, decidlo ahora.q
16 Entonces Pablo se levantó, y pidiéndoles con la mano que guardaran silencio, dijo:
–Escuchad, israelitas, y también vosotros, los extranjeros que tenéis temor de Dios: 17 El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados, hizo de ellos una nación grande cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto, y después, con su poder, los sacó de aquella tierra.r 18 Dios soportó su conductas en el desierto durante unos cuarenta años,t 19 y en el país de Canaán destruyó siete nacionesu para repartir sus tierras entre ellos.v 20 Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años.w
“Después les dio caudillos, hasta los días del profeta Samuel.x 21 Entonces ellos pidieron un reyy que los gobernase, y Dios les dio como rey a Saúl, hijo de Quis. Saúl, perteneciente a la tribu de Benjamín, reinó cuarenta años,z 22 al cabo de los cuales Dios lo quitó y puso en su lugar a David, de quien dijo: ‘He hallado que David, hijo de Jesé, es un hombre que me agrada y que está dispuesto a hacer todo lo que yo quiero.’a 23 Uno de los descendientes de este mismo David fue Jesús, a quien Dios envió para salvar a Israel, tal como había prometido.b 24 Antes que Jesús viniera, Juan anunciaba el mensaje a todo el pueblo de Israel, diciéndoles que debían convertirse a Dios y ser bautizados.c 25 Y cuando ya Juan se iba acercando al fin de su vida, decía: ‘Yo no soy el que vosotros pensáis,d pero después de mí viene uno de quien ni siquiera soy digno de desatar las sandalias de los pies.’e
26 “Hermanos descendientes de Abraham, y vosotros, los extranjeros que tenéis temor de Dios: este mensaje de salvación es para vosotros. 27 Pues los habitantes de Jerusalén y sus jefes no sabían quién era Jesús ni entendían las palabras de los profetas que se leen en las sinagogas todos los sábados. Así, ellos mismos, al condenar a Jesús, cumplieron esas profecías. 28 Y aunque no encontraron en él motivo alguno para darle muerte, pidieron a Pilato que ordenara matarlo.f 29 Luego, cuando ya habían hecho todo lo que se decía de él en las Escrituras, lo bajaron de la cruz y lo enterraron.g 30 Pero Dios lo resucitó, 31 y durante muchos días se apareció Jesús a los que le habían acompañado en su viaje de Galilea a Jerusalén.h Ahora son ellos quienes hablan de Jesús a la gente.
32 “Así que nosotros os damos esta buena noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados 33 nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes.i Esto lo ha hecho resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.’j 34 Dios ya había anunciado que lo resucitaría para que su cuerpo no se descompusiera. Lo dicen las Escrituras: ‘Cumpliré las santas y verdaderas promesas que hice a David.’k 35 Y por eso dice también en otro lugar: ‘No permitirás que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo.’l 36 Ahora bien, lo cierto es que David sirvió a la gente de su tiempo según Dios se lo había ordenado, y después murió y se reunió con sus padres y su cuerpo se descompuso. 37 En cambio, el cuerpo de aquel que Dios resucitó no se descompuso. 38-39 Así pues, hermanos, debéis saber que el perdón de los pecados se os anuncia por medio de Jesús. Por él, todos los que creen quedan perdonadosm de cuanto bajo la ley de Moisés no tenía perdón.n 40 Cuidad, pues, que no caiga sobre vosotros lo que escribieron los profetas:
41 ‘Mirad, vosotros que despreciáis,
asombraos y desapareced,
porque en vuestros días haré cosas tales
que no las creeríais
si alguien os las contara.’ ”ñ
42 Cuando Pablo y sus compañeros salieron de la sinagoga de los judíos, los que no eran judíos de nacimiento les pidierono que el siguiente sábadop les hablasen también de estas cosas. 43 Una vez terminada la reunión en la sinagoga, muchos de los judíos y de los que se habían convertido al judaísmo siguieron a Pablo y Bernabé. Y estos les aconsejaban que permanecieran firmes en el llamamiento que habían recibido por el amor de Dios.
44 El sábado de la siguiente semana, la ciudad se reunió casi en pleno para oir el mensaje del Señor. 45 Pero al ver tanta gente, los judíos se llenaron de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo y a insultarle. 46 Pablo y Bernabé respondieron con valentía:
–Teníamos el deber de anunciar el mensaje de Dios en primer lugar a vosotros, que sois judíos; pero, puesto que lo rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, nos iremos a los no judíos.q 47 Porque así nos lo mandó el Señor, diciendo:
‘Te he puesto como luz de las naciones,
para que lleves mi salvación
hasta los lugares más lejanos de la tierra.’r
48 Al oir esto, los que no eran judíos se alegraron y comenzaron a decir que el mensaje del Señor era bueno; y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna.s 49 De esta manera se predicaba el mensaje del Señor por toda aquella región. 50 Pero los judíos hablaron con algunas mujeres piadosas y distinguidas, y con los hombres importantes de la ciudad, y los incitaron a levantar una persecución contra Pablo y Bernabé, para echarlos de la región. 51 Entonces estos sacudieron el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquella gente,t y se fueron a Iconio 52 mientras los creyentes se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
La predicación en Iconio
14
En Iconio, Pablo y Bernabé entraron juntosa en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos creyeron, tanto judíos como no judíos. Pero los judíos que no creyeron incitaron a los no judíos a pensar mal de los hermanos. Con todo, los apóstoles se quedaron allí mucho tiempo, y confiados en el Señor hablaron con toda valentía. Y el Señor confirmaba lo que ellos decían del amor de Dios, dándoles poder para hacer señales y milagros. La gente de la ciudad estaba dividida, unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles; pero judíos y no judíos se pusieron luego de acuerdo con las autoridades para maltratarlos y apedrearlos. Pablo y Bernabé, al saberlo, huyeron a Listra y Derbe, pueblos de Licaonia, y a sus alrededores,b donde también anunciaron la buena noticia.
Pablo, apedreado en Listra
Había en Listra un hombre que no podía andar. Nunca lo había hecho porque era cojo de nacimiento. Este hombre estaba sentado, escuchando lo que Pablo decía. Pablo se fijó en él, y viendo que tenía fe bastante para ser sanado 10 le dijo con voz fuerte:
–¡Levántate y ponte derecho sobre tus pies!
El hombre se puso en pie de un salto y comenzó a andar. 11 Al ver lo que Pablo había hecho, la gente empezó a gritar en la lengua de Licaonia:c
–¡Dioses en forma de hombre han bajado a nosotros!
12 Tomaron a Bernabé por el dios Zeus y a Pablo por el dios Hermes, porque era el que hablaba.d 13 El sacerdote de Zeus, cuyo templo se hallaba a la entrada del pueblo, trajo toros y adornos florales; y él y la gente querían adorar a los apóstoles y ofrecerles un sacrificio.e 14 Al darse cuenta de ello,f Bernabé y Pablo se rasgaron la ropag y se metieron entre la gente gritando:
15 –Señores, ¿por qué hacéis esto? ¡Nosotros también somos hombres, lo mismo que vosotros!h Precisamente hemos venido para deciros que dejéis estas cosas que no sirven para nada y que os volváis al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. 16 Aunque en otros tiempos Dios permitió que cada cual siguiera su propio camino,i 17 nunca dejó de mostrar, por medio del bien que hacía, quién era él; porque él es quien os manda la lluvia y las buenas cosechas, y quien os da comida y alegría en abundancia.j
18 Pero a pesar de decirles estas cosas, apenas lograron impedir que la gente matase los toros para ofrecérselos en sacrificio.
19 En esto llegaron unos judíos de Antioquíak y de Iconio, que hicieron cambiar de parecer a la gente. Apedrearon a Pablo, y creyendo que le habían matado lo arrastraron fuera del pueblo.l 20 Pero cuando los creyentes se reunieron alrededor de Pablo, él se levantó y entró otra vez en el pueblo. Al día siguiente salió con Bernabé camino de Derbe.
21 Después de anunciar la buena noticia en Derbe, donde ganaron muchos creyentes, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía. 22 En estos lugares animaron a los creyentes, a quienes, recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les decían que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones. 23 También nombraron ancianosm en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Pablo y Bernabé regresan a Antioquía de Siria
24 Pasando por la región de Pisidia, llegaron a la de Panfilia. 25 Anunciaron el mensaje en Perge y luego llegaron a Atalia. 26 Allí se embarcaron para Antioquía, la ciudad donde los habían encomendado al amor de Dios para el trabajo que ahora habían terminado.n 27 Al llegar a Antioquía reunieron a los de la iglesia y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo el Señor había abierto la puerta a los no judíos para que también pudieran creer. 28 Y Pablo y Bernabé se quedaron allí mucho tiempo con los creyentes.

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-ltima actualización del programa: 7/4/2020