Sociedad Bíblica

Antiguo Testamento
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahúm
Habacuc
Sofonías
Hageo
Zecarías
Malaquías
Libros Deuterocanónicos
Tobit
Judit
Ester (dc)
1 Macabeos
2 Macabeos
Eclesiástico
Sabiduría
Baruc
Daniel (dc)
Nuevo Testamento
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos
Romanos
1 Corintios
2 Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses
1 Timoteo
2 Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
1 Pedro
2 Pedro
1 Juan
2 Juan
3 Juan
Judas
Apocalipsis


BIBLIJA.net   - La Biblia en Internet
Buscar Referencia     Buscar palabra
Pasaje:   

Menú compacto
Versiones:  DHH  DHHn  RVR95  RVR95n Elija entre todas las versiones   Acerca de las versiones Ayuda
Idioma

Isaías 63, 16-17.19

Isaías :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66

16 ¡Tú eres nuestro padre!
Aunque Abraham no nos reconozca
ni Israel se acuerde de nosotros,
tú, Señor, eres nuestro padre;
desde siempre eres nuestro redentor.ñ
17 ¿Por qué, Señor, haces que nos desviemos de tus caminos
y endureces nuestros corazones para que no te respetemos?
Cambia ya, por amor a tus siervos
y a las tribus que te pertenecen.
19 Estamos como si tú nunca nos hubieras gobernado,
como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.

Isaías 64, 2-7

Isaías :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66

como cuando el fuego quema las zarzas
o hace hervir el agua.
Entonces tus enemigos conocerían tu nombre
y las naciones temblarían ante ti.
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos,
cuando bajaste, las montañas temblaron ante ti.
Jamás se ha escuchado ni se ha visto
que haya otro dios fuera de ti
que haga tales cosas
en favor de los que en él confían.c
Tú aceptas a quien hace el bien con alegría
y se acuerda de hacer lo que tú quieres.

Pero estás enojado porque hemos pecado;
porque desde hace mucho te hemos ofendido.d
Todos nosotros somos como un hombre impuro
y todas nuestras buenas obras como un trapo sucio;
todos hemos caído como hojas marchitas
y nuestros crímenes nos arrastran como el viento.
No hay nadie que te invoque
ni se esfuerce por apoyarse en ti;
por eso te ocultaste de nosotros,
nos has abandonadoe a causa de nuestra maldad.

© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España




-ltima actualización del programa: 7/4/2020