Sociedad Bíblica

Antiguo Testamento
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahúm
Habacuc
Sofonías
Hageo
Zecarías
Malaquías
Libros Deuterocanónicos
Tobit
Judit
Ester (dc)
1 Macabeos
2 Macabeos
Eclesiástico
Sabiduría
Baruc
Daniel (dc)
Nuevo Testamento
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos
Romanos
1 Corintios
2 Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses
1 Timoteo
2 Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
1 Pedro
2 Pedro
1 Juan
2 Juan
3 Juan
Judas
Apocalipsis


BIBLIJA.net   - La Biblia en Internet
Buscar Referencia     Buscar palabra
Pasaje:   

Menú compacto
Versiones:  DHH  DHHn  RVR95  RVR95n Elija entre todas las versiones   Acerca de las versiones Ayuda
Idioma

Juan 13-14

Juan :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21

13 II. JESÚS REGRESA AL PADRE (13–21)a
1. La última cena (13–17)
Jesús lava los pies a sus discípulos
Era la víspera de la fiesta de la Pascua.b Jesús sabía que le había llegado la horac de dejar este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.d
2-4 El diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la idea de traicionar a Jesús. Durante la cena,e Jesús, sabiendo que había venido de Dios, que volvía a Diosf y que el Padre le había dado toda autoridad,g se levantó de la mesa, se quitó la ropa exterior y se puso una toalla a la cintura. Luego vertió agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulosh y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.
Cuando iba a lavar los pies a Simón Pedro, este le dijo:
–Señor, ¿vas tú a lavarme los pies?
Jesús le contestó:
–Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero más tarde lo entenderás.
Pedro dijo:
–¡Jamás permitiré que me laves los pies!
Respondió Jesús:
–Si no te los lavo no podrás ser de los míos.
Simón Pedro le dijo:
–¡Entonces, Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza!i
10 Pero Jesús le respondió:
–El que está recién bañado no necesita lavarse más que los pies,j porque todo él está limpio. Y vosotros estáis limpios,k aunque no todos.
11 Dijo: “No estáis limpios todos”, porque sabía quién le iba a traicionar.
12 Después de lavarles los pies, Jesús volvió a ponerse la ropa exterior, se sentó de nuevo a la mesa y les dijo:
–¿Entendéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón porque lo soy. 14 Pues si yo, el Maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros.l 15 Os he dado un ejemplo para que vosotros hagáis lo mismo que yo os he hecho.m 16 Os aseguro que ningún sirviente es más que su señorn y ningún enviado es más que el que lo envía. 17 Dichosos vosotros, si entendéis estas cosas y las ponéis en práctica.
18 “No me estoy refiriendo a todos vosotros: yo sé a quiénes he escogido. Pero tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: ‘El que come conmigo se ha vuelto contra mí.’ñ 19 Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis que yo soy.o 20 Os aseguro que quien recibe al que yo envío me recibe a mí, y quien me recibe a mí recibe al que me ha enviado.”p
Jesús anuncia la traición de Judas
(Mt 26.20-25; Mc 14.17-21; Lc 22.21-23)
21 Habiendo dicho estas cosas, Jesús, profundamente conmovido, añadió con toda claridad:
–Os aseguro que uno de vosotros me va a traicionar.
22 Los discípulos comenzaron a mirarse unos a otros, sin saber a quién se refería. 23 Uno de sus discípulos, al que Jesús quería mucho,q estaba cenando junto a él,r 24 y Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a quién se refería. 25 Él, acercándose más a Jesús, le preguntó:
–Señor, ¿quién es?
26 –Voy a mojar un trozo de pan –le contestó Jesús–, y a quien se lo dé, ese es.
En seguida mojó un trozo de pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. 27 Tan pronto como Judas tomó el pan, Satanás entró en su corazón. Jesús le dijo:
–Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
28 Pero ninguno de los que estaban cenando a la mesa entendió por qué se lo había dicho. 29 Como Judas era el encargado de la bolsa del dinero, algunos pensaron que Jesús le decía que comprara algo para la fiesta o que diera algo a los pobres.
30 Judas tomó aquel trozo de pan y salió en seguida. Ya era de noche.
El nuevo mandamiento
31 Después de haber salido Judas, Jesús dijo:
–Ahora se manifiesta la gloria del Hijo del hombre,s y la gloria de Dios se manifiesta en él.t 32 Y si él manifiesta la gloria de Dios, también Dios manifestará la gloria del Hijo del hombre. Y lo hará pronto. 33 Hijitos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros. Me buscaréis, pero lo mismo que dije a los judíos os digo ahora a vosotros: No podréis ir a donde yo voy.u 34 Os doy este mandamiento nuevo: Que os améis los unos a los otros. Así como yo os amo,v debéis también amaros los unos a los otros. 35 Si os amáis los unos a los otros, todo el mundo conocerá que sois mis discípulos.w
Jesús anuncia la negación de Pedro
(Mt 26.31-35; Mc 14.27-31; Lc 22.31-34)
36 Simón Pedro preguntó a Jesús:
–Señor, ¿a dónde vas?
–A donde yo voy –le contestó Jesús– no puedes seguirme ahora, pero me seguirás después.x
37 Pedro le dijo:
–Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? ¡Estoy dispuesto a dar mi vida por ti!
38 Jesús le respondió:
–¿De veras estás dispuesto a dar tu vida por mí? Pues te aseguro que antes que cante el gallo me negarás tres veces.y
Jesús, el camino al Padre
14
“No os angustiéis: creed en Dios y creed también en mí.a En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, no os habría dicho que voy a prepararos un lugar.b Y después de ir y prepararos un lugar, vendré otra vezc para llevaros conmigo, para que vosotros también estéis donde yo voy a estar. Ya sabéis el camino que lleva a donde yo voy.”
Tomás dijo a Jesús:
–Señor, no sabemos a dónde vas: ¿cómo vamos a saber el camino?d
Jesús le contestó:
–Yo soy el camino,e la verdad y la vida.f Solamente por mí se puede llegar al Padre.g Si me conocéis, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora ya le conocéis y le estáis viendo.
Felipe le dijo entonces:
–Señor, déjanos ver al Padre y con eso nos basta.h
Jesús le contestó:
–Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre:i ¿por qué me pides que os deje ver al Padre? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra. 11 Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; si no, creed al menos por las propias obras. 12 Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes,j porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidáis en mi nombre yo lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del Padre. 14 Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre.k
Jesús promete enviar el Espíritu Santo
15 “Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos.l 16-17 Y yo pediré al Padre que os envíe otro defensor,m el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundon no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros.
18 “No voy a dejaros abandonados: volveréñ para estar con vosotros. 19 Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero vosotros me veréis,o y viviréis porque yo vivo. 20 En aquel día os daréis cuenta de que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí y yo en vosotros. 21 El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que me ama.p Y mi Padre amará al que me ama, y yo también le amaré y me mostraré a él.”
22 Judas (no el Iscariote)q le preguntó:
–Señor, ¿por qué vas a mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo?
23 Jesús le contestó:
–El que me ama hace caso a mi palabra; y mi Padre le amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. 24 El que no me ama no hace caso a mis palabras. Las palabras que estáis escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.r
25 “Os he dicho todo esto mientras permanezco con vosotros; 26 pero el Espíritu Santo, el defensor que el Padre enviará en mi nombre,s os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho.
27 “Os dejo la paz. Mi paz os doy,t pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. 28 Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros.u Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. 29 Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis.v
30 “Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el que manda en este mundo.w Él no tiene ningún poder sobre mí, 31 pero así ha de ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha encargado.x
“Levantaos, vámonos de aquí.

© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España




-ltima actualización del programa: 7/4/2020