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21 Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
–Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano, si me ofende? ¿Hasta siete?
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22 Jesús le contestó:
–No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.o
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22 o 18.22 Setenta veces siete: otra posible traducción: setenta y siete veces. El uso de un múltiplo de siete, número que simbolizaba la perfección, es una manera de decir que para el perdón no debe haber límites. Cf. Lc 17.3-4.
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Parábola del funcionario que no quiso perdonarp
23 “Por eso, el reino de los cielos se puede comparar a un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios.
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23 p 18.23-35 La parábola continúa el tema del perdón, tratado en 18.21-22 . Cf. Eclo 28.3-4 .
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24 Había comenzado a hacerlas, cuando le llevaron a uno que le debía muchos millones.q
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24 q 18.24 Muchos millones: lit. diez mil talentos (véase Mt 25.15 n.). Un talento equivalía a seis mil denarios (o el salario por seis mil días de trabajo). Diez mil talentos equivaldrían a sesenta millones de denarios. La diferencia entre esta suma y la del v. 28 (lit. cien denarios) es intencionalmente exagerada. (Véase Tabla de Pesas, Monedas y Medidas.)
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25 Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, a fin de saldar la deuda.
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26 El funcionario cayó de rodillas delante del rey, rogándole: ‘Señor, ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’
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27 El rey tuvo compasión de él, le perdonó la deuda y lo dejó ir en libertad.
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28 “Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero que le debía una pequeña cantidad.r Lo agarró del cuello y lo ahogaba, diciendo: ‘¡Págame lo que me debes!’
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28 r 18.28 Una pequeña cantidad: lit. cien denarios, equivalente a unos tres meses de trabajo de un jornalero (véase 18.24 n.).
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29 El compañero se echó a sus pies, rogándole: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’
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30 Pero el otro no quiso, sino que le hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda.
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31 Esto disgustó mucho a los demás compañeros, que fueron a contar al rey todo lo sucedido.
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32 El rey entonces le mandó llamar y le dijo: ‘¡Malvado!, yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste.
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33 Pues también tú debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti.’
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34 Tanto se indignó el rey, que ordenó castigarle hasta que pagara toda la deuda.”s
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34 s 18.34 Jesús alude al uso que algunos déspotas orientales hacían de la tortura, mediante la cual obligaban a un deudor a revelar el monto total de sus bienes.
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35 Jesús añadió:
–Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada uno no perdona de corazón a su hermano.t
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35 t 18.35 Mt 6.14-15. |
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