SALMO 34 (33)
34 Alabanzas a la bondad del Señora
De David, cuando se retiró de la presencia de Abimélec, ante quien había fingido un ataque de locura.b
1 Bendeciré al Señor a todas horas;
mis labios siempre le alabarán.
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34
1 a Salmo 34 Salmo “alfabético”. La primera parte (vs. 1-10) es un canto de acción de gracias al Señor que escucha el clamor de los pobres (v. 6). La segunda (vs. 11-22), es una lección de sabiduría: el que desea ser feliz debe temer al Señor, porque él paga con justicia a buenos y malos.
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2 Yo me siento orgulloso del Señor:
¡oídlo y alegraos, hombres humildes!
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3 Alabemos juntos y a una voz
la grandeza del nombre del Señor.
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4 Recurrí al Señor, y él me contestó
y me libró de todos mis temores.
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5 Los que miran al Señor
resplandecen de alegría
y jamás se verán defraudados.
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6 Este pobre gritó, y el Señor le oyó
y le libró de todas sus angustias.
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7 El ángel del Señorc protege y salva
a los que honran al Señor.
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7 c 34.7 El ángel del Señor: lit. el enviado del Señor. En los textos bíblicos más antiguos (cf. Gn 16.7; Ex 14.19), el ángel del Señor no es un ser distinto de Dios, sino el mismo Señor que se manifiesta y hace que los seres humanos experimenten su presencia de manera sensible. Aquí, en cambio, la expresión designa a un miembro de los “ejércitos celestiales” (véase Sal 103.20 n.), enviado por Dios con la misión de ejecutar sus órdenes y proteger a sus fieles. Cf. Sal 35.
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8 Probad, y ved que el Señor es bueno.d
¡Feliz el hombre que en él confía!
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8 d 34.8 1 P 2.3.
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9 Honrad al Señor, los consagrados a él,
pues nada faltará a los que le honran.
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10 Los ricose se vuelven pobres y padecen hambre;
pero a los que buscan al Señor
nunca les faltará ningún bien.
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10 e 34.10 Ricos: según la versión griega (LXX). Heb. leones.
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11 Venid, hijos míos, y escuchadme:
voy a enseñaros a honrar al Señor.
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12 ¿Quieres vivir mucho tiempo?
¿Quieres gozar de la vida?
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13 Pues refrena tu lengua de hablar mal,
y nunca digan mentiras tus labios.
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14 Aléjate de la maldad, y haz lo bueno;
busca la paz, y síguela.
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15 El Señor cuida de los hombres honrados,
y presta oído a sus clamores.
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16 El Señor está en contra de los malhechores,
para borrar de la tierra su recuerdo.f
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16 f 34.12-16 1 P 3.10-12.
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17 El Señor atiende al clamor del hombre honrado,
y le libra de todas sus angustias.
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18 El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos
y han perdido la esperanza.
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19 El hombre honrado pasa por muchos males,
pero el Señor le libra de todos ellos.g
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19 g 34.19 Sal 18.16-19; 34.4; 91.3-4 ; Eclo 1.13 ; cf. 2 Co 1.8-10; 2 Ti 3.10-12.
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20 Él le protege todos los huesos;
ni uno solo le romperán.h
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20 h 34.20 Jn 19.36. |
21 A los malvados los mata su propia maldad;
los que odian al hombre honrado serán castigados.
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22 Pero el Señor salva la vida de sus siervos;
¡no serán castigados los que en él confían!
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© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España |
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