SALMO 90 (89)
LIBRO IV
90 Eternidad de Dios y temporalidad del hombrea
Oración de Moisés, hombre de Diosb
1 Señor, tú has sido nuestro refugio
por todas las edades.
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90
1 a Salmo 90 Este salmo consta de dos partes: una meditación de tono didáctico o sapiencial (vs. 1-12) y una súplica colectiva (vs. 13-17). La meditación contrapone la eternidad de Dios a la brevedad de la vida humana, hecha en su mayor parte de trabajos y miserias (v. 10). En la súplica, el salmista pide al Señor una alegría tan prolongada como fueron largos sus años de aflicción (v. 15). b Salmo 90 Moisés, el hombre de Dios: Dt 33.1.
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2 Desde antes que se formaran los montes
y que existieran la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros,
tú eres Dios.
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3 Haces que el hombre vuelva al polvo
cuando dices: “Volved al polvo, seres humanos.”c
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3 c 90.3 Alusión a Gn 3.19; cf. Sal 104.29; Ec 3.20; 12.7.
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4 En verdad, mil años, para ti,
son como el día de ayer, que pasó.
¡Son como unas cuantas horas de la noche!d
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4 d 90.4 2 P 3.8.
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5 Arrastras a los hombres con violencia,
cual si fueran solo un sueño;e
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5 e 90.5 Un sueño: Job 20.8.
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6 son como la hierba, que brota y florece a la mañana,
pero a la tarde se marchita y muere.f
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6 f 90.6 Acerca de esta metáfora, véanse referencias en Sal 37.2 n.
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7 En verdad, tu furor nos consume,
¡nos deja confundidos!
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8 Nuestros pecados y maldades
quedan expuestos ante ti.
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9 En verdad, toda nuestra vida
termina a causa de tu enojo;
nuestros años se van como un suspiro.
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10 Setenta son los años que vivimos,
y los más fuertes llegan hasta ochenta;g
pero el orgullo de vivir tanto
sólo trae molestias y trabajo.
¡Los años pasan pronto, lo mismo que nosotros!h
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10 g 90.10 Cf. Gn 6.3 ; Eclo 18.9 . h 90.10 Job 14.1; Ec 2.23; 11.8.
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11 ¿Quién conoce la violencia de tu enojo?
¿Quién conoce tu furor?
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12 Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestra mente alcance sabiduría.i
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12 i 90.12 Ef 5.15-16; Col 4.5.
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13 ¡Señor, vuélvete a nosotros!
¿Cuánto más tardarás?
¡Ten compasión de estos siervos tuyos!
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14 Llénanos de tu amor al comenzar el día,j
y alegres cantaremos toda nuestra vida.
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14 j 90.14 Al comenzar el día: Véase Sal 46.5 n. Cf. Sal 30.5; 143.8. |
15 Danos tantos años de alegría
como los años de aflicción que hemos sufrido.
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16 ¡Haz que tus siervos y sus descendientes
puedan ver tus obras y tu gloria!
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17 Que la bondad del Señor, nuestro Dios,
esté sobre nosotros.
¡Afirma, Señor, nuestro trabajo!
¡Afirma, sí, nuestro trabajo!
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© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España |
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