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Los Diez Mandamientos
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1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo:a
«Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos. Aprendedlos y guardadlos, para ponerlos por obra.
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1 a 5.1 Y les dijo: El segundo discurso de Moisés abarca la mayor parte del libro y contiene las leyes deuteronómicas (caps. 12--26), precedidas por una larga exhortación (caps. 5--11).
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2 »Jehová, nuestro Dios, hizo un pacto con nosotros en Horeb.
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3 No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros, todos los que estamos aquí hoy vivos.
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4 Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte, de en medio del fuego.
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5 Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros para comunicaros la palabra de Jehová, porque vosotros tuvisteis temor del fuego y no subisteis al monte. Él dijo:
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6 »“Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.b
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6 b 5.6-21 El texto del Decálogo (o Diez mandamientos), con unas pocas variantes, se encuentra también en Ex 20.1-17. Véanse allí las notas correspondientes.
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7 »No tendrás dioses ajenos delante de mí.
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8 »No harás para ti escultura ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.c
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8 c 5.8 Ni en las aguas debajo de la tierra: Véase Sal 18.15 n.
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9 No te inclinarás a ellas ni las servirás,d porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen,
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9 d 5.8-9 Lv 26.1; Dt 4.15-18; 27.15.
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10 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.e
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10 e 5.9-10 Ex 34.6-7; Nm 14.18; Dt 7.9-10.
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11 »No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano,f porque Jehová no considerará inocente al que tome su nombre en vano.
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11 f 5.11 Ex 20.7; Lv 19.12.
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12 »Guardarás el sábado para santificarlo, como Jehová, tu Dios, te ha mandado.g
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12 g 5.12 Ex 16.23-30; 31.12-14.
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13 Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
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14 pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios. Ninguna obra harás tú,h ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que tu siervo y tu sierva puedan descansar como tú.
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14 h 5.13-14 Ex 23.12; 31.15; 34.21; 35.2; Lv 23.3.
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15 Acuérdate de que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová, tu Dios, te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido, por lo cual Jehová, tu Dios, te ha mandado que guardes el sábado.i
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15 i 5.15 Nótese la distinta motivación de este mandamiento aquí y en Ex 20.11. La referencia a la liberación de la esclavitud en Egipto como motivo para observar los mandamientos es típica de Deuteronomio. Cf. 15.15; 16.12; 24.18,22.
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16 »Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová, tu Dios, te ha mandado, para que sean prolongados tus días y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová, tu Dios, te da.j
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16 j 5.16 Dt 27.16; Mt 15.4; 19.19; Mc 7.10; 10.19; Lc 18.20; Ef 6.2-3.
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17 »No matarás.k
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17 k 5.17 Gn 9.6; Lv 24.17; Mt 5.21; 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9; Stg 2.11.
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18 »No cometerás adulterio.l
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18 l 5.18 Lv 20.10; Mt 5.27; 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9; Stg 2.11.
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19 »No hurtarás.m
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19 m 5.19 Lv 19.11; Mt 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20; Ro 13.9.
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20 »No dirás falso testimonio contra tu prójimo.n
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20 n 5.20 Ex 23.1; Mt 19.18; Mc 10.19; Lc 18.20.
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21 »No codiciarásñ la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”.
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21 ñ 5.21 Ro 7.7; 13.9.
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El terror del pueblo
22 »Estas palabras las pronunció Jehová con potente voz ante toda vuestra congregación, en el monte, de en medio del fuego, la nube y la oscuridad, y no añadió más. Luego las escribió en dos tablas de piedra, que me entregó a mí.
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23 Cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas y visteis el monte que ardía en llamas, vinisteis a mí todos vosotros, príncipes de las tribus y ancianos,
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24 y dijisteis: “Jehová, nuestro Dios, nos ha mostrado su gloriao y su grandeza, y hemos oído su voz, que sale de en medio del fuego. Hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y este aún vive.p
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24 o 5.24 La gloria es el resplandor del poder y la majestad de Dios, manifestados en la nube y el fuego. Cf. Ex 24.17.
p 5.24 Jehová habla... aún vive: Véase Dt 4.33 n.
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25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? --porque este gran fuego nos consumirá--; si seguimos oyendo la voz de Jehová, nuestro Dios, moriremos.
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26 Pues, ¿qué es el hombre para que oiga la voz del Dios viviente hablando de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?q
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26 q 5.22-27 Heb 12.18-19.
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27 Acércate tú, y oye todas las cosas que diga Jehová, nuestro Dios. Tú nos dirás todo lo que Jehová, nuestro Dios, te diga, y nosotros oiremos y obedeceremos”.r
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27 r 5.27 Nosotros oiremos y obedeceremos: Véase Ex 24.3 n.
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28 »Jehová oyó vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo: “He oído las palabras de este pueblo, lo que ellos te han dicho; bien está todo lo que han dicho.
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29 ¡Ojalá siempre tuvieran tal corazón, que me temieran y guardaran todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuera bien para siempre!
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30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas.
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31 Y tú quédate aquí conmigo; yo te diré todos los mandamientos, estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy en posesión”.
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32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová, vuestro Dios, os ha mandado. No os apartéis a la derecha ni a la izquierda.
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33 Andad en todo el camino que Jehová, vuestro Dios, os ha mandado, para que viváis, os vaya bien y prolonguéis vuestros días en la tierra que habéis de poseer.
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© 1995 Sociedades Bíblicas Unidas |
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