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Ezequiel 37

Ezequiel :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48

37 El valle de los huesos secosa
La mano de Jehová vino sobre mí,b me llevó en el espíritu de Jehová y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.c
37
a 37.1-14 Esta gran visión, sin duda la más célebre de Ezequiel, es la respuesta del Señor al desaliento y a la desesperanza de los israelitas en el exilio (cf. Ez 33.10). Fuera de la Tierra prometida, los exiliados son como un montón de huesos resecos (cf. v. 11). Pero el Señor hará revivir a su pueblo con la eficacia de la palabra profética (v. 4) y con la fuerza vivificante de su espíritu (v. 5). El relato se divide en dos partes: en la primera, el profeta describe la visión (v. 1-10); en la segunda explica su significado (v. 11-14).
b 37.1 La mano de Jehová vino sobre mí: Véase Ez 1.1-3 nota f.
c 37.1 Un valle que estaba lleno de huesos: El texto no sugiere la idea de un cementerio, sino más bien la de un campo de batalla, sobre el que habían quedado tendidos los cadáveres de los caídos en el combate.
Me hizo pasar cerca de ellos, a su alrededor, y vi que eran muchísimos sobre la faz del campo y, por cierto, secos en gran manera.
Y me dijo:
--Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?
Yo le respondí:
--Señor, Jehová, tú lo sabes.
Me dijo entonces:
--Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, oíd palabra de Jehová!
Así ha dicho Jehová, el Señor, a estos huesos: Yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.d d 37.5 La palabra hebrea traducida por espíritu también puede significar, según los contextos, viento o aliento de vida. Aquí se refiere al principio vital que procede de Dios y penetra en los cuerpos inanimados para darles vida (cf. Gn 2.7; Job 34.14-15; Sal 104.29-30). Véase también Ez 2.2 nota c.
Pondré tendones en vosotros, haré que la carne suba sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré en vosotros espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy Jehová”.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba se oyó un estruendo, hubo un temblor ¡y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso!
Yo miré, y los tendones sobre ellos, y subió la carne y quedaron cubiertos por la piel; pero no había en ellos espíritu.
Me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho Jehová, el Señor: “¡Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, y vivirán!”».
10 Profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y se pusieron en pie.e ¡Era un ejército grande en extremo! 10 e 37.10 Cf. Ap 11.11.
11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel.f Ellos dicen: “Nuestros huesos se secaron y pereció nuestra esperanza. ¡Estamos totalmente destruidos!”.
11 f 37.11 Todos estos huesos son la casa de Israel: Nótese la importancia de esta frase para comprender el significado exacto de la visión profética. Ezequiel compara a los desterrados de Israel con un montón de huesos humanos tendidos en campo abierto, y presenta la liberación de los exiliados como un retorno a la vida. La referencia expresa a la casa de Israel indica claramente que él no habla de la resurrección de los muertos al fin de los tiempos, sino que está describiendo simbólicamente la restauración de Israel y su retorno a la Tierra prometida después del exilio (cf. v. 14: Os estableceré en vuestra tierra). Acerca de la resurrección personal en el AT, véase Dn 12.2 nota f.
12 Por tanto, profetiza, y diles que así ha dicho Jehová, el Señor: Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío; os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis, y os estableceré en vuestra tierra. Y sabréis que yo, Jehová, lo dije y lo hice, dice Jehová».
La reunión de Judá e Israelg
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
15 g 37.15-28 Esta acción simbólica de Ezequiel recuerda otras anteriores, pero el simbolismo tiene aquí un significado positivo: los dos antiguos reinos de Israel y de Judá van a ser reunificados (cf. v. 22) y tendrán a David como único rey y pastor (cf. v. 24).
16 «Hijo de hombre, toma ahora un leño y escribe en él: “Para Judá y para sus compañeros los hijos de Israel”. Toma después otro leño y escribe en él: “Para José, leño de Efraín,h y para sus compañeros la casa toda de Israel”. 16 h 37.16 José, leño de Efraín (cf. Gn 41.50-52; 48.13-14), era el antepasado de la principal entre las tribus que formaban el reino del norte (cf. Sal 80.1-2).
17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.
18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: “¿No nos enseñarás qué te propones con eso?”,
19 diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo tomo el leño de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el leño de Judá; haré de ellos un solo leño, y serán uno en mi mano”.i 19 i 37.19 Aquí se comienza a explicar el simbolismo de las palabras escritas en el leño (cf. v. 16).
20 Y los leños sobre los que escribas, estarán en tu mano delante de sus ojos,
21 y les dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron; los recogeré de todas partes y los traeré a su tierra.
22 Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y un mismo rey será el rey de todos ellos. Nunca más estarán divididos en dos reinos.
23 No se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones. Los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los purificaré. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
24 »Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor;j andarán en mis preceptos, y guardarán mis estatutos y los pondrán por obra.
24 j 37.24 Todos ellos tendrán un solo rey y un solo pastor, como en tiempos de David. Cf. Ez 34.24.
25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres. En ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David los gobernará para siempre.
26 Haré con ellos un pacto de paz; un pacto perpetuo será con ellos. Yo los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo; yo seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.k 27 k 37.27 Cf. 2 Co 6.16; Ap 21.3.
28 Y sabrán las naciones que yo, Jehová, santifico a Israel, pues mi santuariol estará en medio de ellos para siempre”». 28 l 37.26-28 Mi santurario: Ezequiel se refiere al nuevo Templo que estará en el centro mismo del país (cf. caps. 40--44).

© 1995 Sociedades Bíblicas Unidas

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-ltima actualización del programa: 7/4/2020