La demanda de una señal
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1 Llegaron los fariseos y los saduceos para tentarlo, y le pidieron que les mostrara una señal del cielo.a
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1 a 16.1 Mt 12.38; Lc 11.16; Jn 6.30. Señal del cielo, manera de referirse a Dios sin usar el nombre divino.
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2 Pero él, respondiendo, les dijo: «Cuando anochece, decís: “Hará buen tiempo, porque el cielo está rojo”.
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3 Y por la mañana: “Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojo y nublado”. ¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir!b
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3 b 16.2-3 Aquí las señales (v. 3) pueden referirse a los milagros descritos en Mt 15.29-31 (cf. Mt 11.2-6, y véase 12.38 n.), o a todo lo que estaba sucediendo.
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4 La generación mala y adúltera demanda una señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás».c
Y dejándolos, se fue.
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4 c 16.4 Mt 12.39; Lc 11.29; cf. Jon 3.3-5.
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La levadura de los fariseos
5 Los discípulos llegaron al otro lado,d pero olvidaron llevar pan.
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5 d 16.5 Al otro lado: esto es, al lado oriental del Mar de Galilea.
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6 Jesús les dijo:
--Mirad, guardaos de la levadura de los fariseose y de los saduceos.
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6 e 16.6 Levadura de los fariseos: Véase Mt 13.33 n.; cf. también Lc 12.1.
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7 Ellos discutían entre sí, diciendo:
--Esto dice porque no trajimos pan.
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8 Dándose cuenta Jesús, les dijo:
--¿Por qué discutís entre vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?
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9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?f
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9 f 16.9 Mt 14.17-21.
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10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?g
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10 g 16.10 Mt 15.34-38.
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11 ¿Cómo no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardéis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?
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12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
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Pedro declara que Jesús es el Cristo
13 Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo,h preguntó a sus discípulos, diciendo:
--¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?i
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13 h 16.13 Cesarea de Filipo: ciudad romana situada al norte del Mar de Galilea, en territorio no judío.
i 16.13 Hijo del hombre: título que Jesús se aplicaba a sí mismo; véase Concordancia temática.
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14 Ellos dijeron:
--Unos, Juan el Bautista; otros, Elías;j y otros, Jeremías o alguno de los profetas.k
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14 j 16.14 Elías: profeta que vivió en tiempos del rey Acab (1 R 17--2 R 2). Los judíos esperaban su regreso, que anunciaría la llegada del Día del Señor (Mal 4.5-6).
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15 Él les preguntó:
--Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
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16 Respondiendo Simón Pedro, dijo:
--Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.l
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16 l 16.16 Cf. Jn 6.68-69. El Cristo: título griego equivalente al de origen hebreo, Mesías; ambas palabras significan «ungido», «consagrado». Véase Concordancia temática.
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17 Entonces le respondió Jesús:
--Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
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18 Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta rocam edificaré mi iglesia,n y las puertas del Hadesñ no la dominarán.
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18 m 16.18 Roca: también puede traducirse por piedra; en griego hay un juego de palabras entre petros «piedra, roca», usada aquí como nombre propio (castellanizado Pedro), y petra «roca, peña» (traducida roca en Mt 7.24-25). Probablemente Jesús usó la forma aramea kefá (Cefas; cf. Jn 1.42; 1 Co 1.12; Gl 2.9), que significa tanto «roca» como «piedra».
n 16.18 Iglesia: En los evangelios esta palabra solo aparece aquí y en Mt 18.17. En 16.18 designa al nuevo pueblo de Dios, al pueblo mesiánico. Este término es muy frecuente en otros libros del NT. Véase Concordancia temática. Cf. Ef 2.20.
ñ 16.18 Las puertas del Hades: el poder de la muerte y el lugar de los muertos. Véase Reino de la muerte en la Concordancia temática.
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19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.o
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19 o 16.19 Mt 18.18; cf. Jn 20.23. Llaves: símbolo de la autoridad del mayordomo para cerrar y abrir, con probable alusión a Is 22.15-25. Atar y desatar son términos que empleaban los rabinos con el sentido de excluir y admitir, respectivamente.
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20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijeranp que él era Jesús, el Cristo.
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20 p 16.20 Que a nadie dijeran: Véase Mc 1.34 nota i.
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Jesús anuncia su muerte
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitarq al tercer día.
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21 q 16.21 Ser muerto, y resucitar: Mt 17.22-23; 20.17-19. Véase Mc 8.31--9.1 n.
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22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirlo, diciendo:
--Señor, ten compasión de ti mismo. ¡En ninguna manera esto te acontezca!
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23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
--¡Quítate de delante de mí, Satanás!r Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
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23 r 16.23 Jesús parece reconocer aquí una continuación de la tentación de Satanás (cf. Mt 4.10).
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24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
--Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruzs y sígame,
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24 s 16.24 Tome su cruz: Sobre esta metáfora, véase Mt 10.38 n.; cf. también Lc 14.27; 17.33; Jn 12.24-25.
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25 porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
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26 ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?,t
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26 t 16.25-26 Alma: La palabra griega significa alma, vida o uno mismo. La expresión pierde su alma en el v. 26 equivale a arruina su vida (o se pierde a sí mismo, como en efecto lo expresa Lc 9.25).
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27 porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles,u y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.v
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27 u 16.27 Mt 25.31.
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28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.w
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28 w 16.28 Se han dado varias interpretaciones de esta declaración de Jesús, entendiéndola como referencia a: (1) su segunda venida, que los primeros cristianos creían que ocurriría en vida de ellos; (2) la exaltación y gloria de Jesús, que su muerte y resurrección significaban (Lc 24.26; Jn 12.23; 13.31-32; Hch 3.13), o (3) la transfiguración de Jesús, que se relata en el pasaje que sigue.
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