Sociedad Bíblica

Antiguo Testamento
Génesis
Éxodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Job
Salmos
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahúm
Habacuc
Sofonías
Hageo
Zecarías
Malaquías
Libros Deuterocanónicos
Tobit
Judit
Ester (dc)
1 Macabeos
2 Macabeos
Eclesiástico
Sabiduría
Baruc
Daniel (dc)
Nuevo Testamento
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos
Romanos
1 Corintios
2 Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1 Tesalonicenses
2 Tesalonicenses
1 Timoteo
2 Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Santiago
1 Pedro
2 Pedro
1 Juan
2 Juan
3 Juan
Judas
Apocalipsis


BIBLIJA.net   - La Biblia en Internet
Buscar Referencia     Buscar palabra
Pasaje:   

Menú compacto
Versiones:  DHH  DHHn  RVR95  RVR95n Elija entre todas las versiones   Acerca de las versiones Ayuda
Idioma

Marcos 9

Marcos :Introducción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

9
También les decía Jesús:
–Os aseguro que algunos de los que están aquí no morirán sin haber visto el reino de Dios llegar con poder.a
La transfiguración de Jesúsb
(Mt 17.1-13; Lc 9.28-36)
Seis días después, Jesús se fue a un monte alto, llevando con él solamente a Pedro, Santiago y Juan. Allí, en presencia de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Sus ropas se volvieron brillantes y blancas, como nadie podría dejarlas por mucho que las lavara. Y vieron a Elías y Moisés,c que conversaban con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:
–Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Es que los discípulos estaban asustados y Pedro no sabía qué decir. En esto vino una nube que los envolvió en su sombra.d Y de la nube salió una voz:
–Este es mi Hijo amado.e Escuchadle.f
Al momento, al mirar a su alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino sólo a Jesús.
Mientras bajaban del monte les encargó Jesús que no contaran a nadieg lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. 10 Así que guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar. 11 Preguntaron a Jesús:
–¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero?
12 Él les contestó:
–Es cierto que Elías ha de venir primero y ha de poner todas las cosas en orden. Pero ¿por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado? 13 En cuanto a Elías, yo os digo que ya vino, y que le hicieron todo lo que quisieron, como dicen las Escrituras que le había de suceder.h
Jesús sana a un muchacho que tenía un espíritu impuro
(Mt 17.14-21; Lc 9.37-43)
14 Cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos. 15 Al ver a Jesús, todos corrieron a saludarle llenos de admiración. 16 Él les preguntó:
–¿Qué estáis discutiendo con ellos?
17 Uno de los presentes contestó:
–Maestro, te he traído aquí a mi hijo, porque tiene un espíritu que le ha dejado mudo. 18 Dondequiera que se encuentre, el espíritu se apodera de él y lo arroja al suelo; entonces echa espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda rígido.i He pedido a tus discípulos que expulsen ese espíritu, pero no han podido.
19 Jesús contestó:
–¡Oh, gente sin fe!, ¿hasta cuándo habré de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traedme aquí al muchacho!
20 Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero en cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. 21 Jesús preguntó al padre:
–¿Desde cuándo le pasa esto?
–Desde niño –contestó el padre–. 22 Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
23 Jesús le dijo:
–¿Cómo que ‘si puedes’?j ¡Para el que cree, todo es posible!k
24 Entonces el padre del muchacho gritó:
–Yo creo. ¡Ayúdame a creer más!
25 Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro diciéndole:
–Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de este muchacho y no vuelvas a entrar en él.
26 El espíritu gritó e hizo que al muchacho le diera otro ataque. Luego salió de él dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso en pie.
28 Luego Jesús entró en una casa,l y sus discípulos le preguntaron aparte:
–¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu?
29 Jesús les contestó:
–A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración.
Jesús anuncia por segunda vez su muerte
(Mt 17.22-23; Lc 9.43-45)
30 Cuando se fueron de allí, pasaron por Galilea. Pero Jesús no quiso que nadie lo supiera, 31 porque estaba enseñando a sus discípulos. Les decía:
–El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero tres días después resucitará.m
32 Ellos no entendían estas palabras, pero tenían miedo de hacerle preguntas.
¿Quién es el más importante?
(Mt 18.1-5; Lc 9.46-48)
33 Llegaron a la ciudad de Cafarnaún. Estando ya en casa,n Jesús les preguntó:
–¿Qué veníais discutiendo por el camino?
34 Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre cuál de ellos era el más importante.ñ 35 Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:
–El que quiera ser el primero, deberá ser el último de todos y servir a todos.o
36 Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo:
37 –El que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, no solo me recibe a mí, sino también a aquel que me envió.p
El que no está contra nosotros, está a nuestro favor
(Mt 10.42; Lc 9.49-50)
38 Juan le dijo:
–Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; pero se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros.
39 Jesús contestó:
–No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros, está a nuestro favor.q 41 El que os dé aunque solo sea un vaso de agua por ser vosotros de Cristo, os aseguro que tendrá su recompensa.r
El peligro de caer en pecado
(Mt 18.6-9; Lc 17.1-2)
42 “Al que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello.s 43 Si tu mano te hace caer en pecado, córtala;t es mejor para ti entrar manco en la vida. que con las dos manos ir a parar al infierno,u donde el fuego no se puede apagar. [ 44 ] v 45 Y si tu pie te hace caer en pecado, córtalo; es mejor para ti entrar cojo en la vida, que con los dos pies ser arrojado al infierno. [ 46 ] w 47 Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo; es mejor para ti entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que con los dos ojos ser arrojado al infierno,x 48 donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga.y
49 “Porque todos serán salados con fuego.z 50 La sal es buena, pero si deja de ser salada, ¿cómo volveréis a hacerla útil?a Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros.”b

© 2002 Sociedades Bíblicas Unidas y Sociedad Bíblica de España




-ltima actualización del programa: 7/4/2020