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1 a 22.1-40 Este cap. presenta un claro contraste entre la manera verdadera y la manera falsa de ejercer la misión profética (cf. Jer 23.9-32; 28). Véase 1 R 20.1-43 n.
2 b 22.2 En los v. siguientes se repite con frecuencia la expresión rey de Israel, sin mencionar el nombre; el contexto indica claramente que se trata del rey Acab.
3 c 22.3 Ramot de Galaad: localidad de la Transjordania, al norte del río Jaboc (véase Dt 2.36-37 nota u). Esta ciudad, que formaba parte del reino de Salomón (1 R 4.13), fue conquistada por el rey arameo Ben-adad II, y este no la había devuelto después de su derrota en la batalla de Afec (1 R 20.34). Véase Índice de mapas.
4 d 22.1-4 El acercamiento entre los reinos de Judá e Israel fue favorecido por el matrimonio de Joram, hijo de Josafat, con una descendiente del rey Acab. Este matrimonio, a su vez, pudo haber servido para ratificar una alianza política (cf. 2 R 8.18,26). Véase también 1 R 11.1 n.
6 e 22.6 Estos profetas, aunque eran considerados profetas de Jehová (cf. v. 7), estaban bajo la autoridad del rey de Israel y esto los predisponía al soborno. El número cuatrocientos recuerda a los profetas ya mencionados en 1 R 18.19.
9 f 22.9 Oficial: lit. eunuco.
10 g 22.10 Vestidos con sus ropas reales: otra posible traducción: Tenían puesta su armadura.
11 h 22.11 Los cuernos eran, en el Antiguo Oriente, símbolo de fuerza e invencibilidad. Véase Ex 27.2 n.
28 k 22.28 Y a continuación dijo: Oíd, pueblos todos. Esta frase es probablemente una glosa inspirada en Miq 1.2 y puesta aquí por un copista que consideró que Miqueas de Moreset y el Micaías mencionado en este pasaje eran el mismo profeta.
30 l 22.30 Tus vestidos: otra posible traducción, según la versión griega (LXX): mis vestidos.
39 n 22.39 Casa de marfil: Las excavaciones arqueológicas realizadas en Samaria han desenterrado numerosas placas de marfil, finamente labradas, con las que se recubrían paredes y muebles de la época.
ñ 22.39 El libro de las crónicas de los reyes de Israel: Véase 1 R 14.19 n.
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