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1 a 6.1 ¡Ay!: Véase Am 3.1-8 n.
2 b 6.2 Calne y Hamat eran dos importantes ciudades de Siria (cf. Is 10.9), que más tarde también fueron destruidas por los asirios.
5 c 6.5 Probable alusión a las canciones improvisadas en los banquetes. El rey David era, para los israelitas, el cantor y poeta por excelencia. Cf. 2 S 23.1; 1 Cr 23.5; Neh 12.36.
7 d 6.7 Cautividad: Véase Am 5.27 n.
8 e 6.8 Am 4.2; 8.7. Cf. también Jer 51.14; Heb 6.13.
10 f 6.10 Para sacar los huesos de la casa: traducción probable. Heb. oscuro. Parecería que la expresión se refiere a la destrucción y mortandad causadas por el asedio de la ciudad o por una epidemia a consecuencia del asedio.
g 6.10 La parte final de este v. es de interpretación dudosa. Como ha sido Jehová el que ha causado todos estos males, podría temerse que la simple mención de su nombre atraería un castigo todavía peor.
12 h 6.12 Nótese la estructura del v.: en la primera parte se pregunta, retóricamente, si lo absurdo puede ocurrir; en la segunda se da a entender que eso es exactamente lo que está sucediendo en Israel.
13 i 6.13 Las palabras hebreas traducidas por nada y fuerza (lit. cuernos) podrían traducirse también, respectivamente, por Lo-debar y Astarot Karnaim. En tal caso se trataría de dos poblaciones de Galaad, que el rey Jeroboam II había logrado reconquistar (cf. 2 R 14.25).
14 j 6.14 Una nación: Asiria (véase Am 3.11 n.).
k 6.14 Desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá. Estos dos lugares señalaban, respectivamente, las fronteras norte y sur de Israel. Cf. 2 R 14.25.
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