7 Cristo, mientras vivía en este mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarle de la muerte;e y por su obediencia, Dios le escuchó.
8 Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, por lo que sufrió aprendió a obedecer;f
9 y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen;
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